Nuevo caso de abuso policial en Rosario

Durante la madrugada del viernes 23 de marzo, siete jóvenes (seis chicos y una chica) se encontraban en las Cuatro Plazas de Provincias Unidas y Mendoza cuando varios patrulleros y camionetas policiales se acercan a ellos, los detuvieron violentamente y los requisaron contra los móviles policiales, salvo a uno de ellos que, por motivos que se desconoce, se ensañaron y le dispararon balas de goma para después apuntarle con el arma reglamentaria. Posteriormente lo redujeron, lo esposaron y lo golpearon brutalmente mientras lo mantenían tendido en el piso. Los policías fueron mucho más lejos en su intervención y le cortaron también las rastas.

Los jóvenes fueron trasladados en los patrulleros a la comisaría 14º donde continuaron siendo agredidos. Según detalló la abogad de APDH Rosario, Julia Giordano, “estuvieron durante horas esposados y recibiendo golpes, insultos, humillaciones y amenazas de muerte. Dos de estos jóvenes fueron obligados a desvestirse por completo, mientras eran amenazados con ser abusados”.

Recién en horas de la mañana, aproximadamente a las 11, las familias conocieron el paradero de sus hijos y se dirigieron a la seccional. Cerca de las 14 horas se hizo presente una defensora pública quien se puso en contacto con el fiscal de turno para ponerlo al corriente de la situación ya que hasta el momento todo el personal policía estaba incumpliendo con sus obligaciones por no haber informado los hechos.

“Lo que pasó fue muy grave. Son muchos los casos de abuso de este tipo que no se conocen porque la gente no se anima a denunciar. Cada vez hay y el contexto es muy preocupante”, explicó Giordano y agregó: “Esto debe analizarse en el marco de una política del Estado provincial que tienen la determinación de dejar librado a criterio de la institución policial la decisión de qué conductas son reprimibles y cuáles no. El viernes por la madrugada decidieron que siete jóvenes en una plaza lo era”.

Los jóvenes fueron liberados a las 19 horas, es decir que padecieron 15 horas de privación ilegítima de la libertad, siendo víctimas de lesiones y abusos.

Giordano acompañó a los menores a realizar la denuncia al Centro de Denuncias Territoriales del Distrito Noroeste. “Los acompañé intentando asegurar un espacio donde pudieran declarar con libertad y me comuniqué con el fiscal Fernando Dalmau para dar a conocer nuestra intervención y solicitarle libre oficio al Instituto Médico Legal a fin de constate las lesiones de las víctimas. Lo que hizo y se cumplimentó el sábado por la mañana”. Hoy las actuaciones pasaron a la fiscal Karina Bartocci, fiscal de Corrupción y Violencia Institucional.

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