Por Verónica Gauseño
El día 20 de diciembre de 2018 ingresé un pedido de Habeas Data en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia para que me entreguen la información que las autoridades pudieran tener sobre mi padre, Miguel Ángel Gauseño, desaparecido por el accionar del terrorismo de estado desde el 10 de diciembre de 1976. A raíz de la solicitud, la Secretaría de Derechos Humanos ordenó a la policía de Investigaciones de Santa Fe que me entreguen copia certificada del prontuario de mi papá.
Obviamente, el mismo esta “limpio”, es decir que solo constan en él dos pedidos de antecedentes (uno de ellos cuando entro al Servicio Militar) y nada más. Es lo que esperaba ya que la detención de mi padre fue ilegal, lo cual se ratifica con este “vacío” en su prontuario.
Lo mío fue un acto de indignación y rebeldía. Hacerles ese pedido, es mi forma de decir: pasaron 43 años y ¿Qué hizo el Estado para investigar qué pasó con mi viejo? ¿Dónde lo tuvieron, dónde lo enterraron? ¿Lo enterraron? Tengo el derecho de saberlo, el Estado tiene la obligación de investigarlo. Voy a seguir preguntando qué hicieron, qué le hicieron, dónde están sus restos.
Los Presidentes de APDH Regional Rosario, Claudia Gotta y Mario López, me acompañaron a retirar la copia certificada del prontuario que me entregó el Departamento Criminalístico de la Regional II de Rosario. No podía ir sola a ese lugar. Frente a la actual Jefatura de Policía está la señalización de un Ex CCD: la Fábrica Militar de Armas.
Homenaje de Rosario Central a socios desaparecidos
Con una muestra de fotos, el club rosarino homenajeó a quienes fueron socios y desaparecieron durante la última dictadura cívico-eclesiástico-militar. Entre ellos los hermanos Miguel Ángel y Juan Carlos Gauseño. Durante la actividad estuvieron presentes además de Verónica, la presidenta nacional de APDH, Norma Ríos, y los presidentes de la Regional Rosario de la organización, Claudia Gotta y Mario López. Compartimos algunas imágenes: