Luego de 48 años de impunidad y resistencia, finalmente el juicio por el Villazo tiene fecha de inicio. El 13 de noviembre el Tribunal Oral N° 1 de Rosario integrado por los jueces German Sutter Schneider, Ricardo Moisés Vázquéz y Otmar Paulucci dará inicio al debate oral y público que investigará la represión ilegal ejercida en 1975 por fuerzas de seguridad en la ciudad de Villa Constitución y determinará las responsabilidades de los integrantes de esas fuerzas y civiles involucrados.
Fue largo el camino para llegar hasta este momento y por supuesto muchas sensaciones se hacen presentes. Familiares, amigos, compañeros e históricos del Villazo se reunieron el viernes en el Sindicato de Jubilados de la UOM para celebrar esta victoria y para reflexionar sobre el camino recorrido, pero fundamentalmente sobre los pasos a seguir de cara a noviembre, teniendo en cuenta que las audiencias se van a desarrollar en Rosario y ello implicará movilizarse.
Históricos del Villazo abrieron la asamblea manifestando su felicidad por la concreción de esta fecha, y el deseo de escuchar a los presentes. Es por ello que amigos, docentes, jóvenes, historiadores, integrantes de gremios y sindicatos que acompañan esta lucha se expresaron a través de anécdotas, recuerdos e inquietudes. Una de esas inquietudes es que el juicio no se desarrollará en la ciudad donde ocurrieron los hechos.
Por parte del equipo jurídico de APDH – querellante en la causa-tomaron la palabra Federico Pagliero y Julia Giordano. Pagliero comenzó agradeciendo a los sobrevivientes y familiares, quienes pusieron el cuerpo en todas las declaraciones durante esta larga investigación que llevó más de 10 años. Además, destacó que es una causa con características únicas, ya que en la provincia de Santa Fe va a ser la primera vez que se van a juzgar responsables civiles. “En este caso solamente tenemos dos, -obviamente el paso del tiempo hizo que muchos jerarcas de Acindar vayan muriendo- y tenemos a Pellegrini y Torralvo como imputados”, que son quienes en tres meses estarán sentados en el banquillo de los acusados. Otra de las particularidades es que se investigaran crímenes de lesa humanidad cometidos durante un gobierno constitucional, el de María Estela Martínez de Perón: “Entendamos que estamos juzgando una parte de historia de un gobierno democrático, que estamos juzgando a una empresa y por eso obviamente, esta dilatación en el tiempo”, reflexionó el abogado.
Al hablar sobre los avances del proceso se hizo mención a otra victoria, y es que luego de varias vías recursivas se logró quela Cámara de Casación Penal revoque la falta de mérito dictada por la Cámara de apelaciones de Rosario y de esta manera sean incorporados alrededor de 11 homicidios a la causa. Actualmente se van a juzgar 67 casos, pero hay que destacar que no son todos los hechos que ocurrieron. “Estamos hablando de más de 300 personas que fueron secuestradas, que pasaron por distintas cárceles, más de 15 compañeros que fueron asesinados antes del golpe de Estado. Así que es una parcialidad”, mientras que destacó la importancia de romper con la impunidad que lleva más de 48 años.
Por su parte,Julia Giordano destacó que se trata de la primer causa netamente obrera de la región: “Que esté toda la UOM acá y que estemos haciendo esta reunión en la UOM significa también eso, es símbolo de eso”. Para la integrante del equipo jurídico, la causa simboliza precisamente poder explicar sobre quiénes recayó la represión, a quiénes se fue a buscar: obreros y obreras.
Norma Ríos, vicepresidenta nacional de APDH y Secretaría de Lesa Humanidad también se dirigió a los presentes. Recordó el momento en que se presentó la querella, diez años atrás. En ese entonces no tenían abogados, pero si tenían la certeza de que pasara lo que pasara nunca iban a abandonar a los compañeros.
Se sabe que cada causa, cada juicio que se acompaña en el proceso por Memoria, Verdad y Justicia tiene características propias, particularidades; pero también tiene experiencias que sirven como precedentes para otros casos. En este sentido, la vicepresidenta del organismo compartió el ejemplo de una causa que investiga hechos ocurridos en Tandil y que, sin embargo, se está llevando adelante en Mar del Plata. “¿Quién viaja a Mar del Plata desde Tandil?”, les preguntó Ríos. Del mismo modo les contó una solución que encontró la Universidad de Tandil: decidió poner una pantalla gigante donde se sustancian todos los hechos del juicio. En su caso les sugirió lugares de la UOM.
Para la militante el aguante afuera de la sala es muy importante y destacó quese trata del 50% del juicio: “Yo insisto en esto porque los juicios se ganan con la participación política de las víctimas, los familiares, amigues y amigas, todos”.
Reflexionó que muchos quizás hoy se quedan con sabor a poco cuando se juzgan hechos a casi 50 años, pero lo fundamental es que se esté contando lo que pasó.“ Claro, uno se pregunta cómo condenamos 1500 y eran 150.000”, pero les pregunta qué hubiera pasado en la historia del país si no se hubiera podido probar lo que se probó de esos 1500 y condenarlos. Y agregó que seguramente hubiera pasado lo que le pasa a toda Latinoamérica, a grandes lugares donde han tenido genocidios enormes que han pasado como si nada.
Para finalizar insistió en la necesidad de entender que todos somos parte del genocidio, que algunos lo sufrieron en el cuerpo, otros en su vida y hay quienes lo sufren hasta el día de hoy cuando sus hijos no pueden trabajar, no pueden ir a la universidad o no pueden tener posibilidades de desarrollo porque nos cambiaron el país a costa de la sangre de otros.
Por Noelia Castañeda
Prensa APDH Rosario