El fallo de la vergüenza

El martes 4 de noviembre de 2025 será recordado de ahora en más como el día de «El fallo de la vergüenza».

Fue un día gris en Rosario, no sólo por las inclemencias del tiempo sino porque se prolongaría la impunidad reinante durante casi medio siglo de historia.

El tribunal Oral Federal N°1 de Rosario (conformado por los jueces Germán Sutter Schneider, Ricardo Moisés Vasquez y Otmar Osvaldo Paulucci) decidió, por mayoría, absolver a los 17 imputados que llegaron a juicio en la causa conocida como el «Villazo». La impunidad biológica impidió que otros ocho acusados lleguen a esta etapa, ya sea por su fallecimiento o por la declaración de incapacidad.

Los jueces, en un fallo acorde a los tiempos de impunidad que corren, decidieron desconocer los miles de testimonios que pasaron durante estos dos años de audiencias. Tampoco fueron suficientes más de diez años en que la causa estuvo en etapa de instrucción: recopilando pruebas, identificando responsables y dilatando fecha de inicio del juicio (motivo por el cual esos ocho acusados, hoy no pudieron ser juzgados).

Además, ignoraron la inspección ocular realizada el 16 de abril del corriente año en el «Albergue de solteros» -predio de ACINDAR convertido en CCD donde torturaron y asesinaron a trabajadores metalúrgicos-, de la cual participaron dos de los jueces del tribunal, Germán Sutter Schneider y Ricardo Moisés Vásquez, en la que estuvieron presentes testigos que reconocieron el lugar de tortura. En un fallo indignante, decidieron desconocer un predio señalizado como sitio de memoria en el 2022.

El 4 de noviembre esperábamos escuchar una sentencia a la altura de las circunstancias y las pruebas presentadas. Desde las 8 de la mañana el frente del tribunal se fue llenando de compañeros y compañeras de distintas organizaciones, partidos políticos, gremios, sindicatos e incluso, personas que viajaron desde distintos puntos del país para acompañar una sentencia histórica. Las banderas, los paraguas y cantos no faltaron, las ganas de justicia, tampoco.
A la justicia…tocará esperarla un poco más.

Las primeras sensaciones luego de este fallo de la vergüenza son de angustia, rabia, desazón. Sin embargo, hoy, con el paso de los días y la cabeza más despejada, reforzamos nuestras convicciones y el compromiso con la memoria, verdad y justicia.

Por cada uno de esos compañeros que se acercó a APDH, confiándonos su historia. Por los que no pudieron llegar a esta instancia, como Piccinini y Paulón, pero que seguirían peleando para que prevalezca la verdad. Por las familias que esperan justicia, pero también, por cada compañero de APDH que peleó codo a codo. Acá no se rinde nadie.

Más temprano que tarde, habrá justicia.

Noelia Castañeda
Presidenta APDH Rosario