El viernes 29 de octubre por la mañana, se llevó adelante el tercer día consecutivo de juicio por el asesinato del joven Michel Campero. Los responsables habían sido sobreseídos en 2015 tras un escandaloso fallo de la actual vicegobernadora de la provincia: la jueza Alejandra Rodenas.
La causa, con claras características de violencia institucional, volvió a tener curso legal en los pasillos de la justicia. Un caso del cual, a partir de la resolución mencionada, los principales medios de la ciudad se hicieron eco y difundieron la versión de la defensa policial: Michel era un ladrón armado que robó y su muerte fue producto de un enfrentamiento. Sin embargo, fue la propia Corte Suprema de la provincia de Santa Fe -a partir de que les abogades de Marisabel Bauer (madre de Michel) recurrieran el fallo- la que consideró el tratamiento años atrás como parcial, dado que fue a partir de legitimar la hipótesis de los policías implicados y no hubo ningún tipo de investigación. Fue por este motivo, para ratificar el compromiso de la APDH Regional Rosario y Nacional (el organismo presentó un Amicus Curiae en 2015), que Norma Ríos acompañó a Marisabel Bauer y declaró como testigo de concepto.
Los pies incansables
“Este fue un camino largo, duro de transitar. A siete años y diez meses del homicidio de Michel, logramos llegar el día 27 de octubre al juicio”, describió Marisabel. Nunca se dejó doblegar por los embates judiciales, los prejuicios mediáticos, ni el tiempo transcurrido. Siempre supo cuáles fueron los hechos y los responsables: “A Michel lo asesinaron dos policías (padre e hijo) en enero del 2014 en Granadero Baigorria”. Omar Jesús Dal Lago y Guillermo Dal Lago son los efectivos imputados, quienes durante esa jornada, vestidos de civiles y de franco, iniciaron una persecución desigual sin dar aviso al 911. Una serie de irregularidades que culminó con la ejecución por la espalda de Michel.
Marisabel comenzó abriendo el juicio el pasado miércoles 27 de octubre y contó lo difícil de transitar los últimos días, cuando “hablaron médicos forenses, médicos del hospital donde Michel falleció”. “Me tuve que bajar y no participar porque todo eso me hace mal”, fueron las palabras para resumir el malestar provocado por recorrer este proceso. Sin embargo, tras soportar tanta angustia, consideró propicio el trayecto de la semana: “Fueron jornadas bastante favorables” ya “que hayan hablado médicos, testigos”, pueden dar cuenta que “a Michel se le implanta un arma, una réplica de juguete que era un encendedor”.
Recordó con indignación la tirada impresa del diario La Capital, las cuales presentaron a su hijo como asesino abatido en un enfrentamiento. “Dos días consecutivos fue tapa. Sale que Michel se enfrentó con la policía.”
Por el asesinato de su hijo y este arduo trajín plagado de tergiversaciones, injusticias judiciales, es que Marisabel sostiene y camina a hacer justicia. Se lo prometió a Michel. “Necesito que descanse en paz”, y advirtió las potenciales complicaciones al no saber “si los asesinos irán detenidos”, eso también “es una incertidumbre”. Marisabel celebró haber podido estar presente desde el miércoles, teniendo en cuenta una internación la semana anterior por cuestiones de salud, y reafirmó su promesa y compromiso: “Demostrar que esos asesinos lo mataron por la espalda y que Michel no estaba armado”.
Es importante destacar que tanto la Fiscalía como la querella piden prisión perpetua para ambos efectivos imputados, ya que no tienen dudas que se trata de un caso de gatillo fácil y no de un hecho de legítima defensa como sostienen los abogados defensores.
Un compromiso inclaudicable
La vicepresidenta a nivel nacional y referente de APDH Rosario, Norma Ríos, fue citada a declarar en calidad de testigo de concepto. “Lo que fui a hacer fue defender el Amicus Curiae que la APDH regional Rosario y Nacional presentamos en el 2015” año en el cual “los matadores de Michel Campero fueron sobreseídos por una jueza local, Alejandra Rodenas, en un acto que consideramos de absoluta negligencia”.
Norma hizo hincapié en el compromiso de la organización y remarcó que su mirada sobre el caso no es errada, tiempo después “fue ratificado por la propia Corte Suprema de la provincia porque no hubo investigación. Se limitó a escuchar a los policías”.
En cuanto a la figura de la legítima defensa, a la cual aludieron las defensas para expresarse por los medios, Ríos explicó en forma clara y contundente: “Una persecución donde matan a un joven por la espalda, aduciendo un tiroteo que nunca existió, ya que a Michel jamás se le encontró un arma que sirviera, mucho menos para un enfrentamiento”. Por tal situación a la cual consideraron “una ejecución extrajudicial”, motorizaron el Amicus Curiae. “Casi ocho años después, tenemos que venir a defenderlo a tribunales”.
“Respondí a todo”, expresó. No obstante, la importancia de “decir que los abogados defensores de ‘los tiratiros’, Dal Lago padre e hijo, no se atrevieron a preguntarme absolutamente nada”. Reflexionó respecto de esto y la firmeza argumentativa, porque “esperaba alguna chicana de parte de la defensa”, pero al parecer “no dejé demasiada fisura para eso”. Además, jamás olvidó el eje central del porqué de su asistencia: “No estaba ahí para juzgar, sino para ratificar todas y cada una de las palabras emitidas a través de un Amicus en 2015 y ratificación en 2017”. Destaca que, si bien el Amicus Curiae nunca tuvo respuesta, se ratifica con una cédula similar por la Corte Suprema de la Provincia en el 2017 y con el juicio que hoy se lleva adelante.
Norma explicó la responsabilidad del organismo del cual forma parte, y así lo manifestó: “Algunos de los abogados y la propia presidenta de APDH de aquel momento (referencia cronológica con el caso Campero) ya no están, pero la organización siempre sigue sus casos hasta el final porque son propios. Esto es lo valorable, así pasen veinte años, siempre hay organización que responde por sus actos”.
Equipo de Prensa, APDH Regional Rosario, 01/11/21
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